Este Liber secretorum compila dos tratados que abarcan el vasto universo de las correspondencias ocultas entre el reino vegetal, mineral y animal. En él se describen las propiedades mágicas de plantas, piedras y ciertos animales, no solo desde la herbolaria o la alquimia, sino bajo un marco que las relaciona con las influencias astrales y las energías invisibles que circulan por el mundo. La virtud no es entendida como potencia física, sino como fuerza oculta que puede ser despertada mediante rituales o palabras precisas.
El liber de mirabilibus añade una dimensión aún más simbólica, pues recoge maravillas que desafían la lógica ordinaria: objetos que cambian de forma, fenómenos extraños, lugares prodigiosos. Es una especie de bestiario y libro de maravillas que, lejos de ser simple folklore, condensa una visión del universo como escenario de lo insólito. Estas obras fueron leídas como grimorios, como textos de sabiduría oculta y de revelación naturalista a la vez.