En este tratado, Alice Bailey explora la interacción entre el alma, la mente y el cuerpo físico desde una óptica esotérica, presentando al ser humano como una entidad energética en proceso de expansión consciente. El enfoque se centra en los cuerpos sutiles y en el mecanismo de percepción interna, analizando cómo las emociones y los pensamientos moldean la expresión del alma en el plano físico. Se describen también los centros de energía (chakras) y su relación con el sistema nervioso.
Este libro fue concebido como una introducción al estudio de la psicología espiritual y a los principios fundamentales del ocultismo práctico. Bailey considera al alma como la verdadera identidad del ser humano, y plantea que, a través del conocimiento y control del mecanismo humano, se puede alcanzar una alineación con los planos superiores. Es una obra recomendada para quienes inician el estudio esotérico desde un punto de vista técnico.