Versión en portugués del mismo texto que El banquete de los dioses, este título reafirma el enfoque simbólico de la autora, aunque dirigido a una audiencia lusoparlante interesada en la mística cristiana y el simbolismo universal. El banquete continúa siendo una imagen del banquete celeste donde se congregan los seres divinos en torno a la sabiduría.
El lenguaje poético de esta edición permite una lectura contemplativa, invitando a que el lector penetre en los misterios no con la razón, sino con la intuición. En este “banquete”, los alimentos son enseñanzas ocultas, y cada dios representa una virtud arquetípica que el alma humana debe encarnar. El texto dialoga con las tradiciones esotéricas tanto de Oriente como de Occidente, manteniendo la intención de servir como guía de elevación espiritual.