Alice Bailey ofrece una visión panorámica de las corrientes esotéricas contemporáneas, analizando sus orígenes, principios y funciones dentro del proceso evolutivo de la humanidad. La obra no se centra en nombres ni en organizaciones, sino en las energías subyacentes que impulsan estas iniciativas, indicando cómo todas convergen hacia un mismo propósito: la iluminación espiritual del ser humano.
Se plantea que estos movimientos son parte de un plan mayor guiado por la Jerarquía Espiritual, destinado a preparar a la humanidad para un nuevo ciclo de conciencia. Bailey enfatiza la necesidad de discernimiento, de cooperación entre grupos afines y de evitar el sectarismo. El libro alienta a los buscadores sinceros a integrarse al trabajo planetario de transformación.