En esta obra íntima y reveladora, Alfred Percy Sinnett reconstruye su experiencia como figura clave en los primeros años del movimiento teosófico. Su autobiografía ofrece una visión directa del ambiente intelectual y espiritual que rodeó su encuentro con Madame Blavatsky y los Mahatmas. El relato no solo describe hechos, sino que también deja entrever los conflictos internos, las dudas y las intuiciones que acompañaron su evolución personal. A través de sus recuerdos, se percibe el esfuerzo por mantener un equilibrio entre el escepticismo occidental y la revelación esotérica que fue transformando su cosmovisión.
La narrativa va más allá de lo anecdótico: se convierte en un testimonio de un tiempo en que Oriente y Occidente comenzaban a entrelazarse en un nuevo paradigma espiritual. Sinnett comparte sus impresiones sobre figuras clave del movimiento teosófico y narra cómo su comprensión del mundo cambió radicalmente tras recibir las famosas cartas de los Mahatmas. Esta autobiografía se convierte así en una pieza esencial para comprender los orígenes de la teosofía moderna desde dentro.