En esta obra, Arnaldo Sisson examina con profundidad la vida, obra y misión espiritual de Anna Kingsford, considerada una de las figuras más destacadas del ocultismo cristiano del siglo XIX. El texto se enfoca especialmente en su papel como mística, médica y reformadora, resaltando su contacto con lo que ella denominó la “Iglesia Interna” y su rechazo al materialismo científico dominante en su época. Kingsford es presentada como un canal de revelaciones esotéricas orientadas a revivir el sentido espiritual original del cristianismo.
El libro también analiza su cercanía con Edward Maitland y su rol dentro de la Sociedad Teosófica, aunque con marcadas diferencias respecto a la orientación de Helena Blavatsky. Arnaldo Sisson destaca cómo Anna fue una de las primeras en combinar el vegetarianismo, el feminismo espiritual y una visión esotérica del Evangelio. Su legado se muestra como una anticipación del cristianismo esotérico del futuro, enfocado en la redención del alma, el simbolismo alquímico, y la unión del conocimiento oriental y occidental en una síntesis mística transformadora.