Aquí Bailey presenta un modelo de sanación que integra el cuerpo físico con los cuerpos sutiles, el alma y el plan divino. Describe cómo la curación auténtica requiere el alineamiento de la mente, la emoción y el éter, no solo la eliminación de síntomas físicos. La sanación se convierte en una ciencia espiritual: la conciencia del sanador y del paciente debe cooperar con las energías de la Jerarquía, los devas y las causas kármicas.
El libro incluye técnicas de meditación, invocación y atención energética, así como una visión simbólica de los centros energéticos. Bailey enfatiza la responsabilidad ética del sanador y su sintonía con la ley del amor. La curación es, por tanto, un acto de servicio espiritual y un espejo del Plan Cósmico trabajando a través de los seres humanos.