En este texto fundamental, Alice Bailey explica cómo la Jerarquía Espiritual, compuesta por Maestros y Ángeles de alto nivel, está lista para manifestarse visiblemente en el plano físico cuando la humanidad alcance cierto grado de consciencia colectiva. El libro combina teoría, meditación e invocación, ofreciendo prácticas que permitan sostener vibraciones suficientes para que esa presencia se haga evidente. Bailey enmarca este proceso como una etapa clave en la evolución de la Tierra, un puente entre el cielo y la manifestación humana.
La obra profundiza en las estructuras ocultas y los vehículos por los cuales la Jerarquía actúa, desde ashrams internos hasta centros de energía globales. Además, estudia el papel de la luz espiritual, las relaciones entre discípulos y la cooperación masónica y esotérica como medios para preparar el terreno. Se presenta así un plan coordinado y gradual, donde cada alma tiene un rol específico, y el despertar es, simultáneamente, individual y planetario.