Esta obra aborda los grandes desafíos sociales y espirituales que enfrenta la humanidad desde una óptica esotérica. Alice Bailey expone las causas internas y kármicas de las crisis mundiales, proponiendo soluciones basadas en la cooperación, el pensamiento inclusivo y la comprensión de la unidad subyacente entre los pueblos. La autora plantea que las tensiones globales no pueden resolverse únicamente con medidas externas, sino a través del despertar de una conciencia grupal centrada en el alma.
Los capítulos examinan temas como la reconstrucción postbélica, las relaciones entre las naciones, el problema de las minorías, el renacimiento espiritual y la educación mundial. Bailey subraya que la solución a estos problemas comienza con una transformación interior que se refleje en la vida pública. Su visión apunta a la creación de un nuevo orden mundial inspirado en principios universales.